Dejemos la Economía, igual remonta: Mercadona contra el ministro

Había una vez un tendero que vendía salchichas en la carretera. Con el tiempo amplió el aparcamiento y puso un cartel luminoso que incrementó la concurrencia. Pudo así enviar a su hijo a estudiar economía. Con el consejo de sus profesores, pronto alertó a su padre de que venían tiempos difíciles y era recomendable dejar de invertir. Su padre desconcertado, ante la insistencia de expertos, acabó por recortar la promoción. Progresivamente menguó la clientela, hasta que cerró. Al final el padre tuvo que dar la razón al hijo: “la crisis era más seria de lo que había pensado”.

Esta historia del profesor Pereira -de empresa no de economía- caricaturiza magistralmente nuestra situación, y apunta por contraste, la vía de la recuperación. ¡Dejemos la economía!, que igual remonta. Efectivamente, hoy la prima de riesgo ha tomado la calle. Me pregunta por ella el portero; también mi hija adolescente, que en cambio no se pregunta cómo podemos ingresar más y sigue presionándome para que le compre un i.phone.

La economía macro-financiera está demasiado presente en detrimento de la economía real que es de empresa. El día que vi al presidente deprimido por una décima de inflación me deprimí yo. En las páginas del diario podemos leer: “El ministro pide una tregua de seis meses a los mercados”, “La incertidumbre dispara los depósitos en el BCE”, “Los agentes sociales se reúnen con la ministra”. Pero poco habla de iniciativas, trabajos y tendencias; de qué sabemos hacer y qué nos gusta comprar. Las empresas están tan mal vistas que no es legítimo citarlas en las noticias con su propia marca. Se habla de índices y sectores, pero no de quién arranca proyectos empresariales. Si eres cantante o escritor, sí se te puede hacer propaganda oficial.

La empresa es la causa, la economía la medida. El economista ve sólo lo cuantitativo. Para flexibilizar el mercado de trabajo piensa en bajar los sueldos (el precio). Desde la empresa se mira lo cualitativo, la gente. Cómo a los ex empleados de Lehman Brothers de EEUU no se les caen los anillos por trabajar de camareros. Aquí acaban ministros, de Economía precisamente.

La economía es demasiado importante para dejarla en manos de los economistas. Por eso propongo acabar con el ministerio, con sus analistas de gafas miopes y solemnes informes. Cerrar la facultad de economía, refugio de matemáticos con nula sensibilidad empresarial, ni coraje para emprender. Y revitalizar los estudios de empresa, invadidos hoy por la economía. Es más fácil enseñar economía a un buen empresario –la aprecia-, que tratar de enseñar empresa a un buen economista –la desprecia. No la sirve para sus modelos.

Muchos factores económicos siguen la “fatalidad del frio en los pies”. Si no lo piensas, no lo sientes; pero si te lo preguntas ya no tiene solución. Es la paradoja de la confianza, que desaparece cuando más insistes en confirmarla. El problema de la prima de riesgo va por aquí. También pienso que la inflación desaparecería si se dejase de calcular.

No hago un panfleto iconoclasta. Muchos ya han visto esta necesidad de ampliar el punto de vista. La economía real tiene razones que la académica no puede entender. Ya en 1994 Ormerod denunciaba una economía vacua, con nula capacidad predictiva. Su hija de 6 años aproximaba las variables macro mejor que los expertos The Death of Economics.

Urge reinstaurar la dimensión política y humana de la economía. Aristóteles es su fundador antes que Adam Smith. Volver al sentido de oikos-nomía (normas de la casa). El mercado no existe, como una señora gorda que lo compra todo. Existe un conjunto insimplificable de gente que compra productos por diferentes motivos. La partida se juega a este nivel. Un amigo mio ha decidido comprar judías cultivadas en Europa, aunque sean más caras que las de Marruecos.

No hablemos de oferta y demanda de trabajo. Miremos más bien qué sabe hacer la gente, qué quiere hacer y qué queremos que nos hagan. No existe un equilibrio general del mercado laboral. Existen infinidad de campos en equilibrio o desequilibrio: sobran expertos en publicidad y simultáneamente no encontramos fontaneros V Jornadas de Economía Crítica.

Si entras a una clínica de regeneración capilar, no te dará confianza que te atienda un calvo. ¿Qué exportaciones tiene en su haber el ministro de industria y comercio? ¿Por qué no cambiamos estos perfiles tan políticos y tan económicos? ¿Por qué no preguntar sobre empleo a quién lo genera? Iré sacando ejemplos.

Hablemos de Juan Roig y su Mercadona, que ha contratado 1.500 empleados -ya son 62.000. Es un empresario “atípico”: no está en bolsa, rechaza miembros independientes en su consejo. Centrado exclusivamente en el mercado nacional. Sus últimos resultados se presentaron en una nave industrial de su panificadora en Puzol. Compareció ante un mostrador con tomates y alcachofas y apoyándose en un boli Bic. Hay que fomentar esta cultura de negocio: productividad, ahorro, sencillez y continua mejora. Pone de ejemplo “la genialidad” de Francisco Gil, proveedor de Castellón que ha logrado que las anchoas no vayan envasadas en cara hojalata, sino en plástico. “Sin descuidar calidad ni seguridad alimentaria. Hemos podido bajar el precio de cada lata en 25 céntimos. Subimos ventas y ahorramos tres millones de euros al año”. Curiosamente fue la única personalidad que rechazó la convocatoria del último presidente de Gobierno para hablar de empleo. Debería estar ocupado generándolo.

El gobierno debería hacer obligatorio para políticos, profesores y estudiantes -y recomendable para cualquier ciudadano- el discurso del profesor de empresa Pedro Nueno. Revela ejemplos concretísimos de nuestras posibilidades económicas (perdón, empresariales), para salir de la parálisis derivada del victimismo de “la que está cayendo”.

“Yo creo que se equivocan tanto los cínicos, que dicen que no hay nada que hacer, como los utópicos, que piensan que es posible un mundo mejor. Yo creo en miles de micromundos mejores” (Fdez Aguado). El poeta Joan Maragall decía: “ama tu oficio/ como si de cada martillazo/ dependiera la salvación de la humanidad”(Elogi del Viure). O como decía de forma más prosaica mi hermano de Londres: “salgo cada día a correr, a menudo hace mal tiempo, pero me pongo el chubasquero”.

50 comentarios sobre “Dejemos la Economía, igual remonta: Mercadona contra el ministro

  1. Estic amb tú, Gabriel, deixem-nos de maximalismes financers i anàlisis permanents de la situació «macroeconómica » i pensem més en les persones i quins sentiments habiten en aquests moments concrets de crisi del sistema, mirem cara a cara a cadascun que trobem en el nostre camí i donem un cop d má, es ben cert que com diu Martí i Pol, «reconduïm la vida a poc a poc, amb el discretíssim fer i desfer de cada dia » i el demés són el·locubracions interessades, felicitats per el teu blog !

    1. Gracias Rafael y Ramon por vuestra participación.
      Es curioso, en el mundo judío saber cifras macro se consideraba tentar a Dios. Cada uno debía trabajar cómo si pudiera ser el elegido. Los censos y las estadísticas las imponía el orgullo colonizador -y recaudador de impuestos- de los romanos.

      A mi també m´agrada Joan Vinyoli (molt proper a Martí i Pol): siguem sempre fidels a les petites coses / que no ens és dat volar/ sobre el profund abisme.

  2. ¡Enhorabuena, Gabriel!

    Era algo que tenía en la cabeza desde hace años y tu artículo lo expresa con claridad y humor.

    Espero que ese planteamiento llegue a los centros de decisión para que fomenten la iniciativa y el sentido común,
    Rafa

  3. Que bien Gabriel, muy oportuno en estos tiempos en que las escuelas de negocio se enfocan a la investigación y están pasando de la empresa.

    1. Gracias Rafa y Cesar por vuestras aportaciones.

      Hay un magnífico artículo del profesor Goshal que es preciso leer, para cualquier académico (no, para cualquier decisionmakers, como apunta Rafa). How good management theories hurts good management practices. Al final de lo que se queja es de que hemos impuesto un paradigma intelectual basado en lo más cuantitativo y un modelo de comportamiento humano sin esperanza… sólo para poder contribuir con artículos plagados de números en las revistas. Al final estos catedráticos son los que son escuchados por los políticos (se ha invertido la relación de señor y vasallo). De hecho alguno de estos hasta es consejero de economía de alguna comunidad.

  4. Gabriel, es más que un artículo excelente, es genial y muy valiente.

    Sin paños calientes señalas el origen de los males.
    En los últimos años, como en el ejemplo del vendedor de salchichas, los economistas han tomado las riendas. Los empresarios los han creido (porque desgraciadamente aprecian la economía) y han convertido la medición de resultados en la razón de ser de la empresa. Y ser empresario es algo muy diferente.
    Jordi

  5. Excelente planteamiento! Se nota que el tendero, antes de recortar la promoción, recortó la capacitación en recursos humanos comenzando por él mismo: de otro modo no se explica su desatino.
    El mejor antídoto para tiempos de crisis: la proactividad.
    Gracias por el artículo.
    Damián G.

  6. Amigo Gabriel.
    ¡Como siempre haciendonos reflexionar encarándonos a la realidad!. Puede que para muchos sea amarga, pero hemos de buscarle el condimento justo a ese plato, y los que tenemos la suerte de estar en el mundo del trabajo, muchas veces nos asustamos porque a lo mejor la receta queda más salada. Si, hay que invertir desde la sensatez de nuestros propios negocios, pero también con la clara mentalidad de que queremos y podemos crecer siempre, y de que el día a día está lleno de oportunidades, no únicamente en los tiempos de bonanza. Y dicho de otro modo: si el grueso de trabajadores que soportamos con dolor esfuerzos por mantener el barco de todos, también es justo que el navegante nos ilusione con mejores mares, que no tienen que ser los más grandes, pero sí los que tienen los mejores puertos donde recalar de vez en cuando; desde el pesimismo macroeconómico no vamos a meter los barcos en el agua, cuando por el contrario infinidad de pequeños empresarios están haciendo crecer sus negocios desde la implicación y el apoyar-materializar del «querer ir a más». Un claro ejemplo, citado tambien por Juan Roig -Mercadona- es el del crecimiento de los negocios de la comunidad china, pero lo mismo podemos decir del crecimiento global de negocios orientados al público y al consumo de otras comunidades asentadas en España. Ellos ven la situación siempre como una posibilidad, y quizás de su estilo de gestión y de su apoyo colectivo-corporativo tenemos muchas recestas para hacer la comida más sabrosa, para que el mismo plato de cada día tenga un sabor -de ilusión- diferente. Y es esta, la ilusión, la que pedimos a nuestros empresarios: todos han empezado un negocio por/con ilusión, ¡pues que la mantengan!, porque han de pensar que todos queremos que ellos crezcan mucho y bien para que todos veamos también parte de su beneficio. Quizás, más estudiar el panorama macroeconómico, hemos de pararnos a ver qué talento y con qué grado de implicación estamos poniendo cada uno en nuestros negocios (y ello siempre será mejor que esperar en el barco a ver si soplan vientos mejores, que ir al tun tun del motorcillo del día a día, y/o por supuesto, que amarrar en el puerto más barato esperando que vengan a salvarnos).
    Como siempre, Gabriel, con mi mejor cariño y las gracias por tus reflexiones.

    1. Larga y profunda reflexión, Gracias.

      Me quedo con lo de «se ha empezado un negocio por ilusión, pues que se mantenga». Eso digo yo. Qué los expertos no nos agüen la fiesta. A mí me suena cómo cuando uno empieza a fijarse en las partes más negativas de tener hijos. Ya se sabe qué muchas cosas cuestan, pero sin ilusión no tiene sentido tenerlos… aunque luego hay que seguir claro, no se puede MATAr esa ilusión encarnada.

  7. M’agradat l’article. I em fa pensar en les persones que hi traballen a les empreses, penso en elles perque crec que s’ha perdut aquella creença de que la gent ha de traballar amb allò que li agrada i no només amb allò que li proporciona més diners. Clar que moltes vegades aquesta afirmació no es precisament la que paga les factures. En tot cas podem fer referència a la mítica metàfora de l’ou i la gallina. Qui va primer la empresa que s’ha de centrar en el treballador o el treballador que han d’acceptar que treballar significa quelcom més que intercanviar un servei per diners.

    Salutacions 🙂

    1. M´agrada la teva referencia a treballar per més que els diners. Encara que el concepte de què t´agradi és perillós. El tema seria en alguna cosa que tingui sentit, que valgui la pena, que ens realitzi… això així sempre agrada. Gràcies per la aportació.

    2. I sempre queda allò de» Si no pots treballar en allò que t’ agrada, procura que t’ agradi allò en que estàs treballant»

      1. Molt bon comentari. Aixo mateix pot aplicar-se al moment general que vivim. Provem de què ens agradin cada cop més les feines i la gent amb la que treballem, en comptes d´imaginar que el futur només pot venir d´uns empleats rossos i amb ulls blaus que vénen del Nord. En fi. Espero que seguim en contacte en el nostre diàleg, tant virtual com presencial. Essent del país encara podrem trobar-nos a algun seminari. Salutacions intenses.

  8. Gabriel, excelente artículo. Se lee con gusto y creo que señala acertadamente algunos temas sobre los que reflexionar.

    Ahora una pequeña crítica. Cómo tú bien sabes cualquier generalización es injusta. También la que se hace en relación con los economistas.

    En segundo lugar, hay que felicitar a Mercadona por sus resultados y su enfoque. Pero, ¡ojo! con sacralizar a nadie. Su política de proveedores podría ser objeto de alguna reflexión similar.

    En todo caso, da gusto leer este tipo de reflexiones. Estimulan el debate.

    Ignacio

    1. Tienes toda la razón. Cualquier generalización es falsa, incluso esta. Es una gozada cuando uno encuentra personas que utilizan el razonamiento economico para entender la conducta humana con sentido común. Por mi parte me vienen ahora a la cabeza Juan Antonio Garcia Duran (UB) y Joaquin Trigo (Foment).

      Es preciso recuperar lo que se llamaba Economía Política, la economía como política, y como sociología y psicología y ética. La riqueza de las naciones de Adam Smith es un tratado de ética social: eso pensaba su autor. Y está plagada de perlas tan concretas cómo descubrir que los empresarios invertirán en sus pueblos porque preferirán vivir allí y ver el resultado de su aportación. Un saludo y gracias.

  9. Excelente artículo pero con matices, cualquier generalización es odiosa. Lamentable estamos pasando por todo eso y más, de ahí de que artículos cómo éste deben hacernos reflexionar y unirnos más como bloque o equipo humano para llegar al convencimiento total y absoluto de: «LAS SALIDAS LA TIENEN LAS PERSONAS»
    Cuando estemos convencidas lo lograremos!!
    Salud y saludos, Gabriel!!

  10. Como todo, es opinable. Podemos dar ejemplos en los sentidos que queramos para llevar el agua a nuestro molino.

    Decir que los economistas desprecian la Economía es de un simplismo aberrante.

    Por lo mismo, decir que solo los empresarios -que habrá que definir claramente qué es eso- saben de economía es otra simpleza. Por supuesto, es arrogante a más no poder.

    Es como decir que para qué queremos ingenieros e investigadores si nos basta con un tipo manitas o porque no generan cosas vendibles a corto plazo.

    Volver a Adam Smith… Ni pensarlo.

    El Sr. Roig, de paso, podría explicar la cantidad de proveedores que no quieren vender en sus centros y la cantidad de empleados que han salido escopeteados después de descubrir las falacias de su paternalismo, o la cantidad de sentencias en contra que ha tenido. Pasen por la sección de empleo y vean sus ofertas: ¿para qué se necesitan licenciados en puestos de reponedor, para aprovecharse de las bonificaciones?

    Uno no se hace multimillonario pagando bien a sus colaboradores y proveedores, está claro.

    Ah, lo de aumentar la seguridad alimentaria con el plástico es falso. Cada vez más estudios apuntan a lo contrario (bueno, los hacen científicos, que no saben de comprar y vender).

    1. Te agradezco que introduzcas elementos polémicos, es la base del diálogo. Así nos ayuda más a pensar. Comento dos puntos

      1) Sobre los economistas. Hay de todo, cómo dices. Algunos tienen muy claro su carácter de ciencia social al servicio de la gente. Me vienen a la cabeza gente como José Antonio García Durán (UB), Antonio Argandoña (IESE) o Joaquín Trigo (Foment). Todos ellos no anteponen su trabajo al servicio de las matemáticas. Desafortunadamente en mi carrera académica no ye colaborado directamente con ellos y sí con otros que respondían al perfil descrito.

      2) Mercadona y Juan Roig. Al final el artículo me ha salido demasiado elogioso a él, no era mi intención inicial. No encontré mejores fotos. Otros empresarios menos conocidos son más mi ejemplo (espero poderlos ir sacando en otros artículos). Lo que sí me llama la atención es que he tenido ocasión de trabajar últimamente con otras cadenas de alimentación competidoras y lo tienen muy encumbrado.

  11. » Es más fácil enseñar economía a un buen empresario –la aprecia-, que tratar de enseñar empresa a un buen economista –la desprecia. No la sirve para sus modelos.» Sin duda, Roig es el ejemplo… y deberían darle una cátedra de economía. Aunque el Ministro me gusta, se apoyará en Roig-es.

    1. Me preocupa en general el perfil de los políticos. ¿No podrían proceder de más fuentes? La política parece que es lo que hacen los políticos, en lugar de la vida misma. A veces se importan personas del mundo de la cultura o social, empresarial casi nunca, y eso empobrece enormemente. ¿Cómo van a entender la situación de la mayoría?

      Lula, Obama y Artur Mas han hecho gobiernos un poco más variados.

  12. ¡Totalmente de acuerdo!
    Ya es el momento de dejarnos de teorías económicas y empezar a centrarnos en el día a día empresarial. Nos gastamos una millonada en un ministerio con, entre otras, la función de: Estudiar el medio de satisfacer las necesidades humanas. Creo que tal y como están las cosas no es el momento de estudiar… ¿Por qué no nos centramos en la base de cómo satisfacer esas necesidades? Aquí aparece la empresa.

    El empleo que hay hoy en día no es gracias a Luis de Guindos, ni mucho menos a Elena Salgado, por no hablar de Cándido Méndez o Fernández Toxo, el empleo que hay es gracias a personas como Roig, o incluso a los pequeños empresarios, ya que hoy en día las pequeñas y medianas empresas son las que más trabajo generan en España, incluso con sus dificultades.

    1. Intentaba disimular un poco los nombres de los que critico. No en cambio de los que alabo. Qué cada uno piense en quién tenga que pensar.

      Releyéndote casi me animaría a añadir que el problema como dices ya no es que tenemos una aproximación teórica al empleo, sino que somos un pais dónde nos gusta estudiar demasiado en proporción a hacer. Gracias por tu aportación.

  13. Y si el modelo de ‘empresario’ -patrón diría yo- es Juan Roig, que nos pille confesados. ¿Qué valor añadido aporta a la economía y a la sociedad?

  14. Aquesta economia de lliure mercat ens portarà cap a un altre sistema, on la persona no sigui un recurs més.
    Articles com aquest obren camí a cop de falç en aquest bosc d’incertesa, cap a nous horitzons.
    Gràcies.

    1. Es curiós com els efectes secundaris de la crisi, son allò que portem anys predicant com a social i moralment desitjable. Que la gent conegui primer l´entorn abans que l´exòtic, que la gent es prengui el treball amb més interés, que passem amb poc i no llencem la casa per la finestra. Gràcies pel comentari.

  15. No puedo estar más de acuerdo!. Las empresas son la base de la economía, y no la economía la base de las empresas. Llevo meses diciendo a mis compañeros, a mi jefe, que lo mejor es «pasar» literalmente de lo que digan los periódicos, los mercados, las agencias de calificación, e ir a lo nuestro, sacar nuevos productos, abrir nuevos mercados o sectores……
    Uno llega al trabajo de mala gaita tras oir las noticias y leer los periódicos, y en cambio, nos vamos alegrando el día cuando encontramos un nuevo producto, cuando mejoramos un proceso, cuando logramos un ahorro…..en definitiva cuando vemos los frutos de nuestro trabajo. La suma de pequeñas mejoras, será la base para salir de esta crisis.
    Me ha encantado ver mi humilde forma de pensar reflejada en este artículo. Gracias.

  16. Comparto su opinión totalmente, creo que ya es el momento de ponerse manos a la obra y que se hagan cosas por y para las empresas que son las que ayudan a que las personas puedan llevar el dinero a casa y así pues ellas mismas son las que podrán incentivar el consumo y poder revitalizar la economía de éste país.
    España es un país mayoritariamente formado por PYMES es necesario que se les facilite las cosas en estos momentos, ya que serán ellos los que puedan facilitar la recuperación del mercado. Para esto, bajo mi punto de vista, es necesario que se deje de pensar y hacer estudios, y que desde los altos cargos se implanten leyes que agilicen que nuevas y seguramente muy buenas empresas abran sus puertas de cara al público, que generen empleo y que se vuelva a generar consumo.
    Me gustaría terminar mencionando una de las frases célebres del Señor Roig: » En España hay 7.000 bazares chinos por que aplican un cultura del esfuerzo que no practicamos nosotros»

    1. El Señor Roig tienen un libro de título parecido al mío, y compartimos un mismo espíritu, con matices. Siempre me ha llamado la atención cómo hay trabajo para algunos y no para otros. Está claro que el problema es cultural-económico-familiar-aspiracional. Gracias por tu comentario.

  17. Y que va a ser ahora de los CEOS. No se puede sacar nada de algo que no tiene alma. El alma de los mercados, son los negocios y no los principios económicos. Con «alma» habrá valores.
    Creo que esto siempre ha sido la clave, aunque no es lo más cómodo de admitir. Aupa. Muy buena reflexión

    1. Pero fíjate que tiene mejor prensa el economista que el empresario. ¿Cuántos han salido a los medios a hablar en esta temporada? En cambio los agoreros zafios profesores de economía no paran. Están todo el día enla tele. Gracias por tu aportación.

  18. Comparto tu opinión Gabriel, gracias por esta sintesis. Es, mas que nunca, el momento para centrarnos en lo que sabemos hacer bien y gas a fondo. Blindarnos contra la información basura y los supuestos gurus que parecen queres bloquearnos y restarnos confianza. Los que tenemos hijos (y los demás también por supuesto) creo que moralmente estamos obligados a tener y transmitir confianza en nosotros mismos y en nuestra voluntad para tirar adelante al margen de los discursos fatalistas. Y cuando hace falta nos ponemos el chubasquero, of course.

    1. Hace poco leía en Sabater que decía que el optimismo no es una actitud que se puede tener en educación, sino que era la condición de posibilidad de esta. Si hemos de educar sólo podemos hacerlo desde la esperanza. Los economistas, por el contrario, han sido calificados como la ciencia triste: siempre piensan que todo va por sucios intereses. Gracias Marta.

  19. Excelente, sin más. Además, esta visión tan lejana de la empresa tiene un corolario: cuando se habla de «mundo económico» se mezcla la banca y la empresa, cuando no tienen nada que ver e, incluso, a veces, tienen intereses contrapuestos. Repito: Banca y empresa no son lo mismo, banca y empresa no son lo mismo, banca y empresa… debería ser como un mantra obligatorio para políticos y periodistas (con los macroeconomistas no hay nada que hacer). Un saludo

    1. La perspectiva bancaria es dominante. Pero no podemos esperar del pastor de las ovejas (y los dejo bien parados) que comamos de su propia carne. Tiene que dejar que estas se pongan rollizas, sin molestar mucho.

      Lo del mantra genial. Podría añadirse un segundo lema: la economía es demasiado importante para dejarla e manos de los economistas.

  20. Gabriel ya lo dijiste tu en otro de tus magistrales artículos, ninguna dosis de genio puede sustituir la preocupación por el detalle. El problema es que siendo así, somos capaces de dejar las decisiones públicas más importantes en manos de sujetos que en una buena mayoría han demostrado tener una escasa experiencia y conocimiento de los detalles. Dejamos los problemas principales en manos de gente que son incapaces de afrontarlos, que no articulan propuestas, y mucho menos alternativas. Asistimos casi impasibles a la incapacidad de reaccionar de la mayoría de nuestros políticos, siendo que muchas veces las soluciones no pasan por ideas creativas excepcionales propias de un ser especial sino por la simple y mera voluntad de realizar un esfuerzo con el fin de solucionar los problemas. Creo que sería más correcto analizar, valorar lo que somos, valorar nuestras capacidades y habilidades, potenciar la proactividad de las personas y dar reconocimiento a aquellos que cada día se levantan con el deseo de ser un elemento activo tanto en la sociedad como en nuestro entorno familiar y en aquellas organizaciones en las que venimos desarrollando nuestro trabajo. Yo creo que existe una clase empresarial fenomenal y que también existe una clase obrera fenomenal en nuestro país, gente que actúa con autoconciencia, con responsabilidad de sus acciones, que intenta fomentar la creatividad, que piensan en las cosas antes de actuar, las preparan, se esfuerzan en buscar una solución a los problemas, gente que en el entorno sólo ve posibilidades, donde otros sólo ven barreras.
    Gabriel sigue con tus artículos que al igual que la mayoría de los comentaristas que me preceden yo creo que son un estimulo, un acicate y tus reflexiones no ayudan a quejarnos menos y a pelear más, a perseguir que los sueños se conviertan en reales.

    1. Reflexión que comparto completamente. Me resultan patéticos estos ministros que en tres meses de sillón están en condiciones para concretar cosas como el número de alumnos que deben haber en las aulas, debate que hace décadas qeu se mantiene. Nuestros políticos deberían entender que no se trata de que den soluciones desde su bola de cristal, sino que planteen buenas preguntas… y esperen las mejores respuestas de los mejores de cada ramo concreto. Gracias por tus elogios a mis ideas. Me animas a seguir escribiendo.

  21. Lo que se quiere reflejar en este escrito es que en la situación de crisis actual, si se quiere salir adelante, se ha de dar más importancia a las empresas a nivel microeconómico que a la economía en general. Esto quiere decir, que aunque todo el entorno vaya mal, siempre des de la empresa hay que luchar en esta coyuntura adversa.
    En otras palabras, no nos tenemos que fijar tanto en datos macroeconómicos, que es información sobre la inflación, el paro o volumen de empleo, pues lo verdaderamente importante para salir de la crisis es lo que hacen cada día los empresarios para sacar adelante su empresa. Un buen empresario se preocupará de ser productivo, ahorrar, ser sencillo y siempre con un objetivo, la continua mejora de su empresa para ofrecer bienes y servicios útiles al mercado por el cual este esté dispuesto a pagar un precio. Eso es la clave para salir de la depresión en la que Europa está inmersa.

    1. Tanto insistir en el nivel macro es sencillamente un error de concepto. Es cómo tratar de reducir la delincuencia sin atender a la rehabilitación de las personas concretas. La economía de un país no existe, cómo tampoco el mercado -que no es una señora gorda que se lo come todo- existen infinidad de personas, emprendedores y familias que tratan de subsistir a pesar de los obstáculos que a veces les imponen las autoridades. Liberalismo extremo? Yo creo más bien que es un sano anarquismo. Gracias por tu comentario.

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